CONCEPTOS BÁSICOS SOBRE DOLOR


La concepción clásica del dolor, está basada en el modelo cartesiano en el que un daño en una parte de nuestro cuerpo generaba unos impulsos que llevaban información al cerebro y aparecía la sensación dolorosa. 

Actualmente sabemos que el dolor es algo mucho más complejo y multifactorial, sin embargoalgunos conceptos sobre neurofisiología básica del dolor suelen estar poco extendidos por la población, incluso muchos profesionales sanitarios están totalmente desactualizados en este tema.  

En esta entrada se presentan 7 aspectos básicos para entender cómo funciona nuestro sistema de alarma: 

1. EL DOLOR NO ES UN IMPUT SINO UN OUTPUT: El dolor siempre se crea en el cerebro y se configura como una información eferente del sistema nervioso central, es siempre la consecuencia de un proceso evaluativo de nuestro cerebro. Además, el dolor siempre es real

2. EL DOLOR ES UN SISTEMA DE ALARMA PROTECTOR: El dolor nos permite ser conscientes de aquello que es dañino o potencialmente dañino para nosotros, de esta manera podemos ser capaces de tomar las decisiones necesarias y mantener nuestra integridad. Por ejemplo, cuando nos fracturamos un hueso, nos duele, de esta manera somos conscientes de que tenemos un problema y tomamos las decisiones necesarias para recuperarme, en este caso ir al médico y guardar reposo para favorecer la curación. Sin embargo, en ocasiones, este sistema de alarma puede fallar y activarse en situaciones en las que no debería hacerlo.

3. CUANDO SENTIMOS DOLOR, ES PORQUE NUESTRO CEREBRO HA LLEGADO A LA CONCLUSIÓN DE QUE ESTÁ EN PELIGRO, AUNQUE ESTE PELIGRO SEA REAL O NO: El cerebro analiza toda la información que le llega en un determinado momento, no solo la información nociceptiva (Si la hay), sino de todas las vías posibles (Propiocepción, vista...), compara esta información con registros previamente establecidos (Creencias, expectativas, experiencias previas de dolor...) y en función del contexto en el que se encuentre el individuo, generará o no una respuesta de alarma si realmente considera que está en peligro. Esto se sentirá como dolor, que se proyectará en una zona determinada de su cuerpo. 

4. DOLOR Y DAÑO NO SON LO MISMO: Sentir dolor no significa tener necesariamente un daño en un tejido y tener daño en un tejido no significa sentir necesariamente dolor. A continuación, se presentan diferentes ejemplos: 
EJEMPLOS DE DOLOR SIN DAÑO:  
  • Está bien documentado lo que se conoce como Síndrome de Cauvade, en el que el padre, siente dolor durante el parto, sin embargo, no tiene ningún tejido dañado ni está a punto de parir. 
  • Cuando estamos muchas horas sentados frente al ordenador y nos empieza a doler la cabeza, no significa que tengamos un tejido dañado en nuestra cabeza, es un signo de alarma de nuestro cerebro para que descansemos y nos movamos. 
  • Lo mismo ocurre cuando llevamos muchas horas sentados en la misma posición, nuestro cerebro crea una señal de alarma para que cambiemos de posición y no porque tengamos un músculo dañado. 
EJEMPLOS DE DAÑO SIN DOLOR: 
  • Cuando un torero sufre una cogida, en ese momento, no siente dolor, su sistema nervioso da prioridad a la huida y a protegerse frente al daño en el tejido. 
  • Numerosas pruebas de imagen en muchas regiones del cuerpo han demostrado que pueden existir daños en los tejidos como hernias discales, degeneración de los tejidos etc. En personas totalmente asintomáticas. 
  • Cuando se está quemando una casa y una persona tiene que salvar a un familiar, pese a que pueda sufrir daño en sus tejidos por las quemaduras, no sentirá dolor, su cerebro dará prioridad a otras cosas. 


5. LA NOCICEPCIÓN NO ES NECESARIA NI SUFICIENTE PARA SENTIR DOLOR: Entendemos por nocicepción la información de peligro registrada por los receptores que llega desde la periferia hasta el sistema nervioso central. Es uno de los principales factores que puede hacer que el cerebro elabore la respuesta de dolor, pero no es el único y por supuesto no es necesaria para sentirlo. 

6. EL DOLOR DEPENDE DEL CONTEXTO: Si a dos individuos se les aplica exactamente los mismos Kg de fuerza sobre la misma zona del cuerpo, no sentirán la misma intensidad de dolor porque cada uno de ellos tiene un sistema evaluativo del dolor totalmente distinto, con experiencias previas distintas y creencias totalmente diferentes.  
Así mismo, si aplicamos los mismos Kg de fuerza en el mismo individuo en dos situaciones totalmente opuestas, tampoco sentirá la misma intensidad de dolor. Por ejemplo, no se sentirá lo mismo si se encuentra en una situación de ansiedad y duelo porque ha fallecido un familiar que si se encuentra pasándolo bien con sus amigos a pesar de que la cantidad de daño que se está produciendo en el tejido es la misma en las dos situaciones
Por último, el dolor dependerá de las características del individuo, por ejemplo, no sentirá la misma intensidad de dolor un futbolista profesional que sufre un esguince de tobillo, que una persona sedentaria que trabaja frente al ordenador que sufre el mismo tipo de esguince, porque viven en contextos y tienen necesidades muy distintas. 

7. LA CANTIDAD DE DOLOR NO SE RELACIONA CON LA CANTIDAD DE DAÑO EN EL TEJIDO: La intensidad del dolor no depende de la cantidad de daño que haya en los tejidos. Puede haber mucho daño en los tejidos y sentirse muy poco dolor y, al contrario, haber muy pocos o ningún tejido dañado, pero sentir un dolor muy intenso. 



Los conceptos que se han desarrollado, son básicos para romper con la idea clásica de dolor que lo entiende como la consecuencia necesaria de un daño, esto puede ser una fuente potencial de nocebos para las personas que sufren dolor crónico.

Autores como Lorimer Moseley y David Butler han permitido extender y desarrollar ampliamente la fisiología del dolor como la entendemos actualmente.


 David Butler, Lorimer Moseley explaining painNoigroup publications. 

Publicar un comentario

0 Comentarios