Como medida ergonómica clásica, siempre se ha recomendado evitar la flexión lumbar durante las actividades de la vida diaria, como por ejemplo agacharse a recoger algo del suelo, inclinarte hacia delante en sedestación o levantar pesos centrando el movimiento en las caderas y rodillas.
Se suele argumentar que la flexión es origen de dolor lumbar y que puede llevar a lesiones articulares y musculares tras años realizando este gesto. Incluso hay pacientes que desarrollan miedo a este movimiento, muchas veces como consecuencia de la iatrogenia. Pero ¿En que se basan estas afirmaciones? ¿Es cierto que la columna lumbar es más susceptible de lesionarse en posiciones de flexión? ¿Es más débil la espalda en flexión que en posición neutra? ¿Está relacionada con el dolor?
Hay estudios como el de Gunning JL et al, 2001 que sostienen que la estructura vertebral es más resistente en posición neutra que en posición de flexión. En el estudio de Potvin JR et al, 1991 se observó que, con flexión lumbar, existe mayor fuerza de cizalla antero-posterior entre los segmentos vertebrales con respecto a una posición neutra. Wade et al en 2015 observaron que flexo-extensiones repetidas de columna asociadas a una carga podían ser origen de daño en el tejido discal. Sin embargo, algunos de estos estudios están basados en modelos in-vitro, por lo tanto, son tejidos que no tienen la misma capacidad de adaptación que un tejido vivo.
Además, parece ser que personas que desempeñan trabajos que implican flexión o rotación tienen un riesgo moderado de sufrir lesiones con respecto a trabajos que no implican estos movimientos, Hoogendorn WE et al, 2000.
Ahora bien, se ha observado, también en el estudio de Potvin JR et al, 1991 y en el de McGill SM et al, 2012 que incluso en las actividades en las que se intenta mantener la columna neutra (Sentadilla, ejercicios con ketellbell, peso muerto...), ésta se flexiona de manera involuntaria, como consecuencia de un movimiento natural a pesar de que intentemos evitarla de manera consciente. Es decir, aunque evitemos activamente realizar flexión lumbar durante una sentadilla, se ha visto que sí se produce flexión entre los segmentos vertebrales.
Según Foss IS et al, 2012 los deportes que implican realizar una flexión lumbar como el ciclismo el golf o el ski no tienen una mayor incidencia de dolor lumbar que deportes o actividades que se realizan en una posición más “neutra”.
Coenen et. Al, 2013 y Vares et al, 2013 demostraron que levantar una carga en posición de flexión o en posición neutra, suponía la misma carga a nivel discal y que también se producían daños en el tejido aplicando estas cargas en posición neutra.
Curiosamente, Welbergen E et al, 1991 vieron que los levantamientos en flexión lumbar eran metabólicamente más eficientes que los levantamientos en posición neutra.
Además, supongamos que fuera cierto que las posiciones de flexión lumbar conllevan un mayor riesgo de lesión en el tejido, sabemos que los hallazgos de imagen no se relacionan con el dolor y especialmente en el caso de las hernias discales, las cuales no están relacionadas con el dolor del sujeto, Boos et al, 1995. Por lo tanto, tampoco sería una cuestión de vital importancia, ya que no necesariamente este daño en el tejido se va a relacionar con dolor.
En resumen:
- El levantamiento de cargas en flexión genera mayores fuerzas de cizalla que en posición neutra.
- El levantamiento de una carga supone la misma compresión en posición neutra o en flexión.
- Parece ser que las posiciones neutras en la columna no suponen una situación de mayor protección frente a lesiones.
- Parece ser que el levantamiento de una carga con flexión lumbar puede ser metabólicamente más eficiente.
- No está claro que los deportes o actividades que se desarrollan con flexión lumbar sean más lesivos.
Parece ser que lo más importante es la capacidad de carga que poseen los tejidos y lo adaptados que estén a realizar ciertos movimientos, probablemente en poblaciones sedentarias la flexión lumbar va a poner en tensión ciertos elementos y estructuras que quizá no estén adaptadas a realizar este movimiento con carga adicional y sean más susceptibles a lesionarse, pero esto no ocurre porque este movimiento sea “malo” o “lesivo” en sí mismo, sino porque quizá estas estructuras no se han estimulado a lo largo del tiempo y no toleran bien ciertas cargas.
Debemos dejar de patologizar movimientos, ya que solo nos lleva a generar hipervigilancia del movimiento, kinesiofobia, a crear una imagen de “debilidad” de las estructuras vertebrales y a disminuir la variabilidad del movimiento.
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